Si hay un término de moda en el diseño web, y cada vez en más sectores como en el marketing online, ese es (o mejor dicho, esa es) la experiencia de usuario. Conocida a nivel global como user experience (UX), esta disciplina digital es mucho más amplia y compleja de lo que puede parecer a simple vista. De hecho, su relevancia es tal que hoy por hoy es el elemento que más valora Google a la hora de posicionar una página en los buscadores, por encima de cualquier estrategia SEO, por muy bien diseñada y planificada que esté la misma. Ahí es nada. El tremendo auge de la experiencia de usuario hace que ahora sea el momento perfecto para potenciar un concepto en el que innovar o hacer algo distinto puede tener doble premio, sea cual sea tu proyecto. Primero, tendrás una enseñanza práctica de un valor incalculable; y segundo, podrás alcanzar unos resultados que quizá nunca te planteaste. ¿Te atreves? Pues vamos allá.
Como hemos avanzado anteriormente, la experiencia de usuario es una idea que aunque esté estrechamente ligada al diseño web, abarca un terreno mucho más amplio. De hecho, se podría decir que es un concepto algo abstracto en medio de un sector eminentemente técnico como lo es el mundo digital. Pero más allá de esta palabrería, qué es realmente la UX. En un lenguaje más teórico, una buena definición sería decir que es el conjunto de elementos que influyen en la interacción de un usuario con un sitio web en el que quiere realizar una acción concreta. En otras palabras..
UX es el proceso por el que pasa el público durante su visita a una página, blog, etc. mientras cumple un objetivo determinado.
En este sentido, podemos poner multitud de ejemplos, el tiempo que tarda un usuario en comprar unos billetes de avión en la página web de una aerolínea, la facilidad de una persona en encontrar el contenido que busca en un blog, etc. Podemos enumerar distintos casos hasta aburrirnos, pero lo que queremos demostrar es que esta disciplina tiene una envergadura tan inmensa que ofrece hectáreas y hectáreas de terreno fértil para atreverse a innovar, y con ello, distinguirse del resto.
En un primer momento, la experiencia de usuario estaba muy vinculada a aspectos teóricos y tangibles. El tiempo de carga, el enlazado interno, el ordenamiento de las distintas categorías de una página… Cuidar al detalle todos estos factores era lo que decidía si la UX de tu sitio web era mala o buena.
Hoy en día, continúan siendo indispensables para cualquier proyecto, pero ya no son los únicos. Ahora, la experiencia de usuario ha separado algo su camino de estos conocimientos técnicos y se ha acercado de lleno al terreno de la creatividad y la comunicación. Se podría decir que…
En la actualidad es tan importante la rapidez de carga de una página como no aburrir al usuario.
El objetivo es generarle valor en cada palabra que lea (para aprender el arte de enamorar a tu público a través de la redacción, echa un vistazo a nuestro post sobre cómo escribir un artículo, pincha aquí)
En otras palabras, si antes la experiencia de usuario recaía sobre el continente, ahora se reparte de igual manera en el continente y en el contenido. Y bajo esta premisa, vamos a entrar de lleno en materia y poner en marcha nuestra faceta más innovadora.
Sea cual sea tu proyecto, generar buen contenido es fundamental para ganarse la confianza, el reconocimiento o el afecto del usuario. No se trata de elaborar unos artículos interesantes y bien documentados, sino de hacer que el público se divierta sea cual sea su objetivo (comprar, leer, suscribirse, permanecer el máximo tiempo posible, etc.).
En este sentido, hay que romper el paradigma de la estructura de página web que todos tenemos en la mente. No hace falta echar a volar mucho la mente para imaginar las distintas categorías (quiénes somos, contacto, menú de inicio…). ¿Y si las personalizáramos en concordancia con la temática de nuestro sitio web? ¿No haría eso nuestro espacio algo mucho más único o al menos, diferente al resto?
Ejemplos hay miles. Imagina que estás ofreciendo un descuento a tus visitantes a cambio de su correo electrónico, una técnica de marketing un tanto desfasada. ¿Cómo ganarse la confianza del usuario entonces? Sorpréndele, ofrécele un mini-juego en el que para llevarse una rebaja, tenga que sumar una cantidad de puntos, y si quieres su correo, pon la condición de que para canjear el premio, deba registrarse. Una vez se lo haya pasado bien y esté dispuesto a comprar, no pondrá ninguna traba. Si no lo es ya, la gamificación va a convertirse en una de las herramientas más poderosas en la historia del diseño web.
Pero imaginemos más caso, un blog especializado sobre una temática que basa su contenido en textos de una calidad altísima. Pensar en UX aplicada a artículos nos lleva irremediablemente a hablar de negritas, enlaces, destacados, adjuntar imágenes o vídeos… Es decir, a formatos que ordenen y aligeren todo el bruto y den al usuario la posibilidad de elegir su propia velocidad de lectura. ¿Qué más podríamos darle? Imagina un post que tratara en profundidad la capacidad de reflejos que tienen los gatos y lo explicara todo con un criterio óptimo y en distintas narrativas. ¿Y si en lugar de explicar, damos al usuario la oportunidad de sentirlo en primera persona? Seguro que se te ocurren diversos recursos de gamificación para que la experiencia del usuario por un blog de este tipo fuera algo realmente memorable.
Como ves, las posibilidades de la user experience son infinitas, el límite está en tu cabeza. Esperamos haberte activado esa tecla innovadora que todos tenemos en tu interior y que a partir de ahora te atrevas ofrecer a tu público una experiencia por tu sitio web totalmente distinto. Cuanto antes lo hagas, mejor. La era de la lectura vertical, con el clásico esquema título + subtítulo + texto cada día está más cerca de su fin.